Posicionamiento de la FABZ ante las propuestas de recortes en el servicio del bus urbano

La Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza denuncia el deficiente servicio de transporte público urbano en bus en Zaragoza y recalca la importancia de abordar una reordenación de las líneas

Ante la deficiente prestación del servicio del transporte público urbano en bus, desde la FABZ venimos reclamando desde hace años la necesidad de una reordenación de sus líneas.

Ya se anunció a la entrada del anterior equipo de gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza, allá por 2019, que dicha reordenación era prioritaria y por ello se ponían a trabajar en la misma desde el Servicio de Movilidad de Urbana de la ciudad.

Lo que se plantea realizar ahora, a partir del lunes 22 de enero de 2024, son medidas aisladas que bajo el cuestionable argumento de ganar fiabilidad esconden un recorte del nº de vehículos que prestarán el servicio y a resultas de dicho recorte el incremento de frecuencias.

Simplemente se modifican los cuadros de marchas de un buen nº de líneas, 15 en concreto a sumar a las ya modificadas el octubre pasado, pero eso nada tiene que ver con una reordenación de las mismas, y mucho menos con un ineludible visión integral de la movilidad de la ciudad.

No nos oponemos frontalmente a que se pueda aumentar alguna frecuencia si ello supone mejorar el servicio que presta, máxime cuando siempre hemos apelado por rentabilizar al máximo los fondos que se destinan a mantener los servicios públicos.

Si nos oponemos frontalmente a que dicho incremento de frecuencias  se haga de manera indiscriminada, sin tener estudios de análisis  profundos de cada línea individualmente considerada y en relación con los enlaces a otras, y en una palabra sin en cuenta verdaderos criterios de calidad que redunden en beneficio del usuario.

Creemos que no es casualidad que se quieran recortar entre otras las líneas que mayor nº de usos tienen pues existen líneas en las que, de facto, es imposible reducir nada pues en la actualidad ya están “reducidas” a su mínima expresión.

Y aun a riesgo de repetirnos respecto únicamente al bus urbano, y cuando se habla tanto de la ciudad de los 15 minutos, poco costaría poner ejemplos de imposible conexión entre diferentes zonas de la ciudad (por ejemplo, en horario nocturno, que se ve agravado los fines de semana, de la Margen Izquierda al distrito de Torrero-La Paz –L39-), de rutas rocambolescas (una línea circular/lanzadera como L56 se cruza consigo misma dos veces en cada vuelta), de la utilización de buses cortos en líneas largas intercalados entre buses articulados pero que en horarios punta generan un colapso de la propia línea -L23-, de sistemas de información que desinforman generando desconfianza (se habla de buses fantasma que desaparecen mágicamente), de líneas interminables que piden a gritos su partición (por ejemplo la L42 que podría conectar desde el Sur hasta el Hospital Clínico y desde el Norte hasta el Hospital Miguel Servet), o de trayectos redundantes en gran parte de su trayecto (L33 y L34) haciendo las veces de la tan reclamada por nuestra parte línea 2 del tranvía que conecte Este y Oeste de la ciudad), de las perniciosas disfunciones en las frecuencias derivadas de la ampliación del trayecto de varias líneas, sobre todo en las ya de por si largas como la L21 y la L23, de diseños de nuevos buses nada funcionales, de validadoras en todas las puertas para mejorar el acceso al bus,……

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